Una
noche de tormenta.
Soñé
que, tú me soñabas.
Que
llamabas a mi puerta.
Por
largo tiempo cerrada.
Llegabas
con la amargura.
Reflejándose
en tu cara.
Y en
el fondo de tus ojos.
Una
tristeza velada.
Yo
te la abrí cantarina
Y
haciendo como si nada.
Mi júbilo tembloroso.
Alborozado, te abraza.
Y
riendo sibilina.
Escuchando tus bravatas.
Estuve
toda la noche.
Abrazando
a mi almohada.
En
el reloj de mi alcoba.
Se
oyen las siete clavadas.
Yo en brazos de mi almohadón.
Siete
espinas, incrustadas.
En
mi incauto, corazón.
Lucía
Serrano.
(Bruma)
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