sábado, 18 de noviembre de 2017

ERA UN DIA SEÑALADO

Era un día señalado
Día de mi comunión
Que pudo verse empañado.
Por un fatal resbalón.

Una brecha en mi rodilla
Que hasta el hueso se me vió.
Y aún sigue su cicatriz
Para no olvidarlo yo.
El suceso de aquel día.
 Que iba recibir a recibir a Dios.

La víspera a media tarde.
Servidora se emperró..
En irse a jugar a la calle.
Y en los pilones de abajo.
Que enfrentito, vivía yo

Unos cuantos amiguillos.
Nos pusimos a hacer bromas.
Nos subimos al pilón.
Con pie en la paerilla.
 El otro al caño y rodó.

A horcajadas y maltrecha
A la pileta, fui yo.
Me sacaron los amigos.
Empapá cual algodón
Y me llevaron a casa
A por otro chaparrón.

Algún azote flojito.
Mi culete recibió.
Pero no me dolió tanto
Como el extenso sermón.

Por el nuevo pecadillo.
Que a mi lista se sumó
Porque había que ir pura.
A tomar la comunión

A otro día mi herida
No veáis como dolió.
Al postrarme en la madera.
De aquel banco inquidor.

Que largo se hizo el encuentro.
Con Jesús nuestro señor.
Menos mal que a la salida
Se hallaba la redención.

Encarnada en desayuno.
Lo mejor de lo mejor
También algunas perrillas.
Que algún pariente me dio.
Luego, me hicieron la foto.

Madre mía qué dolor.
Cuando la veo y me miro
Me acuerdo del desgarrón
Y me miro a mi rodilla.
De primera, comunión

( Bruma )

domingo, 12 de noviembre de 2017

AY ¡¡ FORTALEZA DEHERRERA


Ay ¡¡ Fortaleza de Herrera
Ay¡¡ Bastión de La Siberia.
 Cuanta gloria y cuanto celo.
En miríadas de fanegas.

Sus fornidos paredones.
Al estilo sarraceno.
Te imponen cuando te acercas.
Son los eternos vigías.
Que esos lares defendieron.

Los centinelas no duermen.
Descansan sobre la sierra.
Son los que el tesoro, guardan.
Sin aldabón y sin puerta.

Allí no se acerca nadie.
Sin miedo ni contraseña.
Su recinto octogonal.
Guarda la campiña entera.

Y no se acerca ni Dios.
Sin que el paredón le vea.
Cuando vas llegando a Herrera.
La mirada se te alegra.
Pensando en aquel recinto.
Y lo que fueron sus gestas.

Guerreros con sus escudos.
Con sus alfanjes dispuestas
Librando en esas laderas.
Muchas batallas cruentas.
Si fueron los sarracenos.
Defensores de esas tierras.

La imaginación es libre.
Puedes pensar lo que quieras.
Y yo pienso en  Boabdíl.
Que quizás alguna vez.
Pudo batallar en ellas.

A lomos de un alfaraz.
Y su Cimitarra al cinto.
Por lo de afeitar, cabezas.
¡¡ Qué tesoro ese castillo ¡¡
Sin armas,  con sólo hierba.
Es el eterno Guardián.
Y el Guía, de La Siberia.

( Bruma )

miércoles, 8 de noviembre de 2017

YO TAMBIÉN FUÍ MUÑEQUITA


Yo también fui muñequita.
Pero no recuerdo nada.
Tuve que ser muy chiquita.
 Para entrar en una caja.

La verdad que yo era un mico.
No comía casi nada.
Tuve una infección de tripa.
Mas conseguí superarla.
Muy a principios de siglo.
Sin que yo me lo esperara.

Una vecina del pueblo.
Dijo de manera clara.
Recordar con gran certeza.
En la caja haberme visto.
Encima de un escenario.
Pero yo no recordaba.

Era Victoria Cabrera.
Que se lo dijo a mi prima.
Para que me comentara.
Y yo me quedé perpleja.
Y me imaginé a mi hermana.
Haciéndome un vestidito.
Para que luciese guapa.

Mas… no recuerda esa estampa.
Y yo tampoco recuerdo
Lo que pudo celebrarse.
Si fue una fiesta infantil.
Si  festividad sagrada.
O si fue un final de curso.
Lo que me llevo a la caja.

( Bruna )
  

miércoles, 18 de octubre de 2017

LA CAJA DE MIS SUEÑOS

Desde que  yo abrí los ojos.
La cajita estuvo cerca.
Tuvo que ser el regalo.
De mi padre hacia mi madre,
Que de la mili trajera.

En un lugar destacado.
Ella, posaba altanera.
Ya guardando los secretos.
Que guardando la belleza.
Conteniendo las misivas.
Que nadie, soñar pudiera.

Mi mente empezó a tejer.
Lo mágica que ella era.
Y me imaginaba historias.
Que luego fueron reales.
Y con mis ojos lo viera.

 Porque en ella se guardaba.
Todo para la belleza.
Polvos de arroz “pa” la cara.
Para los labios carmín.
Y al espejo se miraban .
Más guapas que un San Luis.
Mis chachas, acicaladas.

Luego la mágica estancia.
De secreter se mostraba.
Y allí durmieron misivas.
Que a los novios se mandaban.
Y también a los soldados.
Que haciendo la mili, estaban.

Unos, allén de los mares.
Otros, en tierras lejanas.
Hoy se encuentra en mi poder.
Que no quise abandonarla.

Y la pedí en mi legado.
Cuando mis padres, finaran.
Hoy, es la reina en mi alcoba.
Con mil historias guardadas.

Pero se rompió su espejo.
Necesito restaurarla.
Para que su imagen vuelva.
 A  lucir las algaradas.
Que en otros tiempos, tuviera.
( Bruma)

domingo, 8 de octubre de 2017

MI MUÑECA PEPI


A parte de las muñecas
Que confeccionaba yo
Tuve una muy bonita.
Pero era de  cartón.

No sé cómo vino a mí.
Ni quien me la regaló
Si fue por mi cumpleaños.
O un Rey Mago, la dejó

Era guapa y regordeta.
Color panocha su pelo.
Y unos mofletes rosados.
Brillantes cual un lucero.

Tenía labios rojizos.
Ojos azules de cielo.
Sus zapatos de charol.
Y un traje de terciopelo.

Que contente estaba yo.
Con aquel regalo pleno.
La colmaba de cuidados
La trataba con esmero.

Para mantenerla limpia
Que  conservara lo bello.
Pero negros nubarrones
Sobrevolaban mi cielo…

Pues mi prima Carmencita
Llevaba ya unas semanas
 Queriendo bañar a Pepi
En uno de los Bañuelos
Que estaban en mi corral
Siempre llenitos de agua

Aunque yo la retenía
Ella dando la tabarra.
Que si pepita está sucia
Que tenemos que lavarla.
Que ahora que hace calor…
Hasta que bajé la guadia.

Me metí pal cocedero
Y ella empezó a desnudarla.
La quitó su vestidito
Sus zapatos de charol
Cogió estropajo y jabón.
Y al balde se fue con ella.

Se emperró verla limpita.
Y tanto la restregó
Que la quitó los colores.
Del carmín y del rubor

Al llegar ante el barreño.
Se demudó  mi color.
La vi con ella en el agua
Y un grito se me escapó.

Desmahída entre sus mano.
Como nube de algodón.
Y es que Pepi era muy frágil
Era de endeble cartón.

( Bruma)

martes, 29 de agosto de 2017

LOS MAYOS DE M NIÑEZ

Me  veo  en aquellos Mayos,
En la ermita de Santana.
Con un  manojo de flores,
Y unos versos inflamados
Con mi vocecita clara.

Eran Loas a María,
A  María inmaculada.
Eran flores de los huertos
Que en las casa se encontraban.
Cortados por la mañana.

En mi casa no había huerto.
Pero mi tïa Felipa
Era la que se encargaba,
Cortándomelas del suyo.
Y también me acompañaba.

Por la calle del calvario
íbamos apresuradas
Y antes de subir la cuesta,
había un ilillo de agua 
que a arroyo asemejaba.

Muy cansina la pendiente
hasta llegar a Santana.
El Sol por aquellas fechas
buenos calentones daba.

Llegábamos desmahìdas,
con las flores ya enmustiadas
y en el cuerpo una paliza
después de la caminata.

El Pórtico era la paz.
Cuando su patio cruzabas
las paredes derruídas
algún consuelo te daban.

Mientras las puertas se abrían,
al punto de la campana.

La ermita resplandecía, engalanada,
 con rosas, con azucenas,
 con espuelas y con lilas.
Que en manojos bien dispuestos.
Ofrecíamos las niñas.

En ese efluvio de flores.
Desgranábamos devotas,
las cuentas de los rosarios
contándolas una a una

Terminaba la oración
Y a los pies de la Madomna
Van surgiendo los poemas
Que nuestra niñas rapsodas ,
Recitan de viva voz.

Decían así,

Aunque soy mu chiquitita,
Se que Maria me adora .
Y la traigo este ramito.
Bendíceme tú, señora.

Y este otro.

A la  madre de Jesùs
le traigo estas azucenas.
Bendiceme madre madre Mia
Y hazme un poquito más buena.

Todo el mes de mayo ,así.
Entre floresta y rezando.
No me cansó su elixir,
 Es más lo sigo, añorando.

( Bruma )

EL CAMINO


Aún recuerdo el camino, que a mi huerta llevaba
 Y a los pies del morrillo, el alcornoque estaba
Espigado y robusto, cuajadito de ramas.
Color anaranjado, cuando sin corcha estaba.
El revisaba todo. Es cual la aduana.
Si llevabas estiércol, si llevabas azada.
Si llevaba avíos, pa unas cuantas semanas.
El camino es de piedras, el camino resbala
Al subir la pendiente, la morriña te atrapa.
Las bestias trastabillan, porque van  muy cargadas,
que a pesar del estiércol, yo también voy montada.

Y en  la cima del puerto, una Virgen postrada
 Esculpida en la piedra, te saluda y te habla.
Ella nos anima, ella, nos da calma,
Ella nos dispone para la bajada,

Porque la pendiente, te asfixia, te cansa.
Haces alto un instante, llega, la bajada.
Arrollando las piedras, que la pendiente arrastra,
Cual una culebra. Y en menos de nada.
Dando trompicones, te has dado de bruces.
Con unos cercados, donde está mi huerta.

Es una campiña llena de frutales
Y con manantiales de aguas muy frescas
 Allí  resplandece mi edén, el Regajo Lobo.
Luego está la vuelta, con todo trocado.
La bajada es cuesta, la cuesta es bajada.

Mas la virgencita, sigue arrodillada.
Sigue dando fuerzas, sigue dando calma.
Y el viejo alcornoque sigue en la aduana.

Viendo lo que llevas en  las aguaderas.
Pepinos, tomates, frutas de la tierra.
Que van bien cargadas, para los amigos.
Que quieran comer, contigo de ellas.

Pero el Alcornoque,  sigue  en la aduana,
Nunca dice nada… mas siempre vigila.
Con miles de ojos que albergan sus ramas.

( Bruma ) 

viernes, 18 de agosto de 2017

MUY NIÑA, MUY NIÑA



En la güerta de mis padres
Preparábamos las migas
Estábamos en Agosto,
 y ya estaba hechá
la lumbre, en la lumbre
 la sartén y en la
 sartén las guindillas
Que poco màs se tenia.

Quizá un pepinillo enano,
 que también se cortaría para
 refrescar a las migas.
Yo cerquita de mi padre,
que tenía la paleta.
                                 
 Era quien las removía
                                   si estamos en la güerta.
De pronto aquella semblanza,
removio mi alma inquita.
Cuando escuche unos  aullidos
 procedente dela sierra.

Al grito dela manada,
 se ha cortado la distancia.
Se desmorona la tierra
 y yo la mas chiquituja,
Quedo con la boca abierta.
Y oigo a mi padre decir.

Ya están otra vez los lobos
 afuera de su cubil,
 esperando alguna presa
Que no ha llegado al redil
Se hizo otravez el silencio
 y con el alma en un puño

Nos apretamos las migas,
Delante de la casilla,
con la lumbre ya extinguida
Y mi padre y mis hermanos
Se fueron para la era.
A encaramarse en la trilla
 a espanzurrar las espigas.

Esta es mi historia paisanos,
es una historia verídica, mi güerta
el Regajo Lobo y yo, muy niña, muy  niña…

( Bruma )

Reservados los derechos Legales.

LA ESENCIA DE LA POESIA


La esencia de la Poesía,
 Se  guarda en cofres pequeños.
Es similar al perfume.
Que mayor es su valía


Si el frasco va reduciendo.
Porque en mucho contenido.
Se disipan la fragancia y
Resplandor de los versos


( Bruma )

miércoles, 10 de mayo de 2017

DE AMORES Y FRUTOS

La zarza orgullosa le dice al olivo. ¿Quieres ser mi amigo?
La graja veloz dice al gavilán. ¿Serás mi galán?

La rosa olorosa le dice al clavel. ¿Serás mi doncel?
El lirio violeta le dijo a la luna. ¿Serás mi fortuna?

La grulla cantora dijo a la cigüeña. ¿Serás tú mi dueña?
La grisácea higuera le dijo al manzano. ¿Serás tú mi amo?

La blanca azucena le dijo al castaño. ¿Me querrás hogaño?
El prado risueño le dijo al arroyo. ¿Querrás ser mi novio?

El pámpano verde le dijo a la mora. ¿Me querrás ahora?
El almendro en flor le dijo a la pera. Ojalá me quieras.

La afanosa hormiga dijo a la cigarra, amiga… trabaja.

Autora: Lucia Serrano Pozo ( Bruma )