Con materiales ligeros.
Para cuando venga el padre.
A transportarme a la eterno.
Y pintaré las paredes con ternura.
Mucha luz y entendimiento.
De lo que carece el Mundo.
Que se aferra a lo terreno.
Le pondré alfombras de amor.
Sillas con desprendimiento.
Y lámparas de humildad.
Para iluminar las salas.
Del obcecado Universo.
También pondré una yacija.
En la alcoba de los sueños.
Donde paciencia y constancia.
Ambas vigilen mi sueño.
Puse un arcón en la entrada.
Con las virtudes adentro.
Rebosante de oropeles.
Cubierto de terciopelo.
Y siete llaves doradas.
Que son las llaves de Pedro.
Y las he tirado al Mar.
Porque el Cielo no merezco.
Y las he tirado al Mar.
Porque el Cielo no merezco.