jueves, 11 de junio de 2020

EL CORRECTOR MALDITO




Yo que nunca utilicé
El corrector “pa” escribir.
No le puedo rescindir.
Aunque reniegue de él.

 Exacerba mi estupor.
Y cuando miro el renglón.
No está la palabra exacta.
Me falta la interjección.

Y obediente a mí mandato.
Yo pensaba en mi grafito.
Si me salía un garabato.
Borraba hasta el infinito.

Ahora es todo una chapuza.
Si le das ok al texto.
 Te cambia peta por puta.
Y en lugar de pronto, presto.

Ya no se que más hacer.
Para enmendar esta afrenta.
Si compra un borrador.
Y un lapicero, en la imprenta.

Lucía Serrano Pozo.
(Bruma)