Desde Argentina a la Habana
todas las causas perdidas,
este juez quiere encausar.
Quiere juzgar a los muertos
y se le escapan los vivos,
mientras tanto en su juzgado
se amontonan los archivos
y él no pisa el tribunal.
A este divo justiciero
ya, le queda por barrer:
a Calígula y Nerón
a Hugo Chávez a Fidel.
Pero a los dos dictadores,
lo hará cuando hayan finado;
él vendrá del más allá,
a encausar a los de acá,
que ya, estarán enterrados.
Del Caudillo a Pinochet
de Pinochet a la China
juzgará causas ajenas
apilando en la alacena
las de su propia cocina.
El adalid trotamundos
causas ajenas trajina
y encausará a una gallina
si a ésta, la da por poner.
Hace juicio de intenciones
y sin intención ninguna
permite que Batasuna
rebuzne en las elecciones.
Este árbitro aguerrido
que su trabajo es la audiencia,
la priva de su presencia,
dedicándose a los lujos
por medio de conferencias.
Conferencias, a babor,
a estribor, la bolsa prieta
es, como el bueno de Al gor
con la cartilla, repleta.
La oratoria y los cursillos
le tienen encandilado,
y se rompen sus bolsillos
de tanto como éste, ha orado.
Tanto orar, que no rezar
éste no pide perdón
en el infierno arderá
por jactancioso y bribón.
Este juzgador gomoso
de los focos y el cuché
nos va a tocar la barrila,
si no, le encausan a él.
Los delirios de este juez
se pagan con el erario
que al humilde jornalero,
le restan de su salario.
Autora: ( Bruma )
Reservados los derechos legales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario